Somos herederos de un ingente legado romano. Por ejemplo, la frase más vale tarde que nunca, se le adjudica al gran historiador romano Tito Livio. Nunca es tarde para hablar de Roma y en este caso, especialmente, del humor. La historiografía romana es un género literario muy especial. Los historiadores de la época no se sentían con la obligación de tener que adaptarse fielmente a los hechos y contarlos de manera objetiva, y sí se sentían libres para juzgar e interpretar los acontecimientos que relataban en sus escritos. Por eso, encontramos con frecuencia comentarios en sus obras con una fuerte carga moralizante o política.
La historiografía pretendía además, entretener, como la novela histórica en nuestros días y para ello, nada mejor que utilizar el humor como recurso.
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